Prisión o reclusión.- El código penal establece que una condena a cárcel puede ser de prisión o reclusión. La segunda contemplaría condiciones más rígidas de la detención, sin acceso a beneficios. Sin embargo, en las penitenciarías argentinas no hay diferencia en el regimen de los condenados a prisión o reclusión. El 22 de febrero de 2005 la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó un fallo por el que pone fin a las diferencias entre una y otra, y la reclusión desapareció en la práctica.

El caso de Robledo Puch.- Conocido como “El Ángel de la Muerte”, Carlos Robledo Puch lleva 42 años preso. Fue detenido cuando tenía 20 años en 1972, y fue condenado a reclusión por tiempo indefinido por haber cometido 10 homicidios calificados, un homicidio simple, una tentativa de homicidio, 17 robos, una violación, una tentativa de violación, un abuso deshonesto, dos hurtos y dos raptos. Es considerado el mayor asesino serial de la historia Argentina. Sus distintos intentos para que la Justicia le otorgue la libertad han sido rechazados. El último pedido fue denegado porque los jueces consideraron que tiene “nula capacitación educacional con incidencia en el plano laboral, y el marcado desinterés del interno por acceder a la actividad escolar o educativa”, así como “la carencia de contención en el afuera, lo que lleva a que no es visitado en la Unidad” por nadie desde que su madre murió.

En Tucumán.- En la provincia no hubo condenas que superaran los 35 años para pedir la libertad condicional. En cuanto al concurso de delitos, la pena más alta fue la recibida por el violador serial Oscar Fernández, condenado a 29 años de prisión en 2012.